Etna

 

El Etna se formó a lo largo de los siglos con un proceso de construcción y destrucción que comenzó hace unos 570,000 años, en el período Cuaternario. En su lugar, probablemente había un gran abismo. Etna es un volcán activo. A diferencia de Stromboli, que está en actividad constante, y Vesubio, que alterna períodos de reposo con períodos de actividad paroxística, este volcán siempre parece estar dominado por una columna de humo.