El paisaje de la isla de Alicudi está intacto. Es uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido para siempre. Alicudi es una isla que tiene una historia de saqueos e invasiones de diferentes pueblos cuyo resultado final ha sido la belleza y la paz de los lugares. Esta isla es un paraíso en miniatura, un lugar donde el hombre y la naturaleza saben coexistir.
No hay caminos, pero solo se mueve a pie a lo largo de empinadas pistas de mula que se extienden desde el puerto por toda la isla, hasta llegar a la cumbre.
Solo en 1990 se construyó un rellano que permitió atracar incluso embarcaciones medianas o grandes. Antes de eso, era posible llegar solo con pequeños botes de remos, tanto para personas como para mercancías.
